5.-EL RECHAZO.

 Ángela se mantuvo fuerte, esperó mientras nacía el bebé, al cual, desde antes de nacer le tenía un rencor inconsciente por ser hijo de Reynaldo, su agresor.

Finalmente se dio el alumbramiento, Ángela no a su bebé, su hermana Elpidia y un amigo de la familia de nobles sentimientos llamado Francisco, le hicieron ver que el  niño es un ser humano inocente y quien no tiene la culpa de los errores de sus padres, es un bebé que necesita ser amado y guiado, ya bastante daño había recibido al ser rechazado desde antes de nacer, desde su primer hogar, el útero; infortunadamente se ha comprobado que los sentimientos prenatales influyen en la conducta del bebé por nacer, he ahí la importancia de darles cariño desde el vientre; hoy en día cuando no deseamos un embarazo, podemos hacer uso de los múltiples anticonceptivos que existen en el mercado, aunque en ésas fechas ya existían, el alcance de información no era suficiente y la idea de uso era rechazada por gran parte de la población.

A partir del alumbramiento, Francisco, empezó a convivir con Ángela y el bebé, pero Ángela ya no confiaba en los hombres, era suficiente conocer a su papá, al cacahuatero y a Reynaldo para hacerse una idea generalizada del género masculino, pensaba que las mujeres cometían un error al amar a un hombre; que eran lo peor del mundo, su hijo era hombre y posiblemente por eso no lo aceptaba, presentía que al crecer sería uno más de ese violento género. El bebé recibió el nombre de Francisco Javier, como agradecimiento al apoyo de Francisco, quien estaba feliz con el bebé, lo presentaba como su hijo, pero al ser Francisco rubio, de ojos claros y Javiercito oscuro como el chocolate, los comentarios burlones no se hicieron esperar, a Francisco no le molestaba tanto como a Ángela, quien al paso de los meses pensó que le estaba haciendo daño a Francisco al mantenerlo a su lado, pues, estaba convencida de que nunca más se enamoraría de un hombre. Existen muchos hombres nobles en la Tierra, Francisco era uno de ellos, lamentablemente las experiencias de Ángela le daban las bases para emitir un juicio generalizado de los hombres, igualmente un hombre que haya tenido malas experiencias con varias mujeres, contará con bases para formarse  un juicio generalizado de nosotras, aunque no sea el más objetivo.

Hay personas que son amables auténticamente, como lo fue Francisco. Instintivamente el humano es muy amable cuando necesita favores y egocéntrico cuando cree que alguien no le sirve. Es normal, es parte de la programación, el instinto de supervivencia se antepone, te darás cuenta del proceso evolutivo cuando estés con alguien amable aunque no te necesite, como Francisco. La mamá de Francisco parecía tener inconveniente en que su hijo quisiera estar al lado de Ángela. En la actualidad, en un mayor grado los padres que tienen hijos en pareja protegen más al hijo o hija que a la nuera o yerno, existen clichés de preferencia de parejas para los nuestros, que sean lo que merecen, en el caso de ser mujer puede aplicar como los de buscar a un hombre más alto, más fuerte, económicamente igual o superior. Una pareja que pueda asegurar un futuro económico estable, aún hay suegras que esperan que la nuera sea casta, inocente, sepa cocinar, limpiar y atender al esposo, como si importara más ese aspecto que el equilibrio emocional que cada integrante de la pareja lleve consigo.  Aceptar a   los demás aunque sean o piensen diferente es el primer paso para evitar problemas  con las persona. Como familiares directos de la pareja podemos ser groseros, a veces se nos olvida que las opiniones incómodas también pueden ir con un toque de sutileza  y diplomacia. Ser directo es mejor cuando se es prudente. No se trata de tener pelos en la lengua, se trata de tacto para conseguir la respuesta necesaria. Los acuerdos, son indispensables en las relaciones humanas. Para evitar quejarme de la mala actitud de otros me reconforto con una frase de Pitágoras: Si sufres injusticias, consuélate, porque la verdadera desgracia es cometerlas.

El rechazo es una actitud constante, hacia personas, situaciones cosas, a acciones colaborativa que podrían impactar favorablemente en resonancia colectiva. Parece un síntoma común en las personas el..."Yo porque lo voy a hacer, si el otro no lo hace". Resulta difícil decisión entrégate a los demás sin poner condiciones, aunque todos te condicionen; a mayor crecimiento mayor humildad...Que error pensar que el haber estudiado una carrera o tener una posición económica estable nos da derecho a ser engreídos. El día que nos quede claro que la vida no se trata de luchar ni de resistir, sino de avanzar en armonía, ese día todo será mucho más agradable. Considera que  no todo depende de tu equilibrio, a veces las actitudes de cordura, paciencia y autocontrol de una persona tranquila pueden parecer una burla, sarcasmo o agresión para otra persona con actitud violenta cuando ambas están en una misma circunstancia incòmoda...Paradojas cotidianas.

La simpatía es mejor que "nada". Sin embargo, para avanzar al siguiente estadio de la conciencia emocional, se requiere verdadera empatía. ¿Qué tal si dejas de culpar a otros por todo? ¿Qué tal si disfrutas el momento por una vez? ¿Qué tan bien te sentirás cuando finalmente perdones? Si no puedes perdonar, intenta hablarlo, sólo considera que la crítica a una persona es directa y en privado, el reconocimiento por sus buenos desempeños lo puedes hacer en público. La ignorancia es un problema, pero un problema mayor es la intolerancia a que exista. Debemos evitar criticar a quien ignora, eso no ayuda, al contrario separa, debemos invitarlos a crecer con el ejemplo y la unidad. De todos podemos aprender, cada persona que conocemos, en situaciones buenas o terribles, breves o duraderas y cada relación de la que formamos parte representa una pequeña escena en el eterno conjunto humano. La información para mejorar tus relaciones humanas te va llegando poco a poco, ahora se que debo evitar compararme con los demás, sólo conmigo misma.

Evitemos tener dogmas estrictos o rígidos, procurando y fomentando ante todo la libertad absoluta de conciencia, y/o pensamiento, incitando a la búsqueda constante de la verdad, sin dejar de ser aprendiz. Que aflore la prudencia...Sobre todo cuando tengo ganas de emitir opiniones discordantes de ciertas personas que no tengo enfrente...Me las tengo que reservar. El ser humano que comprende que en el otro deviene su propio horizonte de comprensión y que en las cosas su realidad resulta siendo una verdad interpretada, se salva de los apegos. Entonces, y sólo entonces, acontece la verdad. Algunas personas son rencorosas, culpan a otros de lo que les pasa y si van a dar algo es porque ya tienen en mente lo que quieren recibir, pero siempre se quejan de su situación actual... ¿Avanzan?

Sin duda para algunos es más fácil responder a la defensiva, trasladar la responsabilidad a otros, hacerse el ofendido y dividir. Parece difícil escuchar, analizar, aceptar lo que puedo modificar y estar en armonía. La madurez no depende totalmente de la edad, a algunos les llega primero la muerte, antes de conseguirlo. En el contexto cualitativo sumar es aportar, es expresarse sin el afán de criticar o exhibir a otro, sumar es poder debatir temas importantes con argumentos asertivos y abiertos, es tener un verdadero propósito de mejorar en todo aspecto, es llegar a acuerdos y programas. Restar, en cambio, es afectar, criticar, tratar de tener siempre la razón, aparentar tener mucha sabiduría y querer opacar al otro, caer en provocaciones, desgastarse  en pleitos, hablar de los errores del otro en vez de demostrar las virtudes propias.

Somos tan de moral selectiva que sólo vemos injusto lo que nos afecta directamente, pero que nadie se meta con mis costumbres cómodas porque me quieren hacer sentir culpable y eso no se vale. Los efectos de la sinceridad...Desmitificar la entrega total de amor en la relación de pareja, o/y llevarla a lo más alto en el escalafón de la pureza en una relación. Todos tenemos pensamientos y sentimientos que consideramos fundamentales en nuestras vidas, pero que es mejor callar. “El engaño es lo que hace que el mundo gire”. “Sin mentiras se acabarían matrimonios, despedirían a los empleados, se destrozarían egos y caerían gobiernos”. Cuando busca alguien ser auténtico depende de un rasgo de la personalidad llamado autorregulación. 

Un autorregulador fuerte observa constantemente a su alrededor en busca de pistas sociales y se adapta, odia la incomodidad social y trata desesperadamente de no ofender a nadie. Pero si la autorregulación es baja, la persona se guía más por su estado interno, sin importar las circunstancias. Los autorreguladores bajos tachan a los altos de camaleones e hipócritas. Tienen razón en cuanto a que hay un momento y un lugar  para la autenticidad. Ser muy auténtico puede tener un precio. Quienes se regulan a un alto nivel avanzan más rápido y logran un mayor estatus, en parte porque están más preocupados por su reputación. Aunque para algunos eso pareciera premiar el fraude de la autopromoción, ellos pasan más tiempo investigando qué necesitan los demás y ofreciendo su ayuda. Curiosamente, las mujeres suelen regularse menos que los hombres, quizá porque ellas tienen más presión social para expresar sus sentimientos. Tristemente, esto las pone en riesgo de que se les juzgue como débil o poco profesional.

El rechazo de su madre no iba a ser ni el primero ni el último por el cual pasaría en su vida, ese apenas era el comienzo, después vendría el rechazo interno de las amistades que cuchichean tras las espaldas, el rechazo de la gente que mira en la calle la masculinidad en una mujer y finalmente, el peor de los rechazos, el de los hijos quienes quisieran que su realidad fuera la más fácil, la más aceptada, la más reconocida, sin dar importancia a la esencia misma del amor, al origen, a la fuente.

Yo la rechacé en mi edad escolar, para mi representaba vergüenza ante mis compañeros el que mi mamá fuera lesbiana, no le avisaba de las juntas escolares, ni de las ceremonias con tal de que no se presentara. Por no ser rechazados somos capaces de inventar situaciones que nos favorezcan de manera mediática, no pensamos en las consecuencias por salir de un mal momento lo más rápido posible...Por desesperación.